Para mi madre Las palabras olvidadas En el silencio las palabras empiezan a caer, como vidrios rotos suenan en mis tímpanos. Son explosiones del pasado que llegan ininterrumpidamente y sin aviso. Desde algún lugar trato de recordarlas pero su demencia es irrevocable. Trato de recoger sus pedazos, las muerdo, las repito buscando asentarlas, pero corren y se escapan, no tienen tiempo de quedarse. Sólo rebotan y se pierden, ya no me pertenecen aunque me ronden y me embriaguen. Las revivo entre libros muertos una vez, de vez en cuando las ya tan olvidadas palabras, como ecos inanimados, me asechan y me hacen creer que alguna vez en otro tiempo eran palabras importantes. Pero ya no hay más trompos ni compases para medir su ángulo, ni más barcos de papel de cuaderno; ni siquiera la cometa de los domingos o el color lila de la mañana. ...