La llama de una vela






Ante está llama sueño y me rencuentro conmigo y con los otros,
ante ella me comunico con el universo,

la llama me inspira a soñar y reinventar la naturaleza y el mundo.

La llama es mi hogar y mi centro,
en ella cuerpo y espíritu encuentran su alimento, su lugar para crear;
a través de ella miro dentro de mí y el dialogo se gesta.



Ante la llama velamos nuestra vida y nuestra muerte,
nos provee la luz que es purificación, iluminación y nos libera del pasado.

Poetas, amantes, solitarios que miramos a la llama,
porque en ella están también los otros, nuestros dobles, nuestros amantes, nuestras pasiones.

La llama de una vela es la flama de la transformación, y la contemplación,
sin la llama no habría despertar ni día posible en la soledad que precede a la muerte.

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