Nuestros demonios
Debemos conocer bien a nuestros demonios,
será la única forma de poder exterminarlos.
(Inspirado en EL Bosco, por supuesto...)
Cielos e infiernos que se fueron creando,
que como el
bien y el mal se fueron instalando;
demonios robandonos la inocencia,
violando nuestra creatividad.
Anclados en las costumbres, en la viciosa religión,
solos ardiendo en el miedo y el pecado,
en la tradición que vuelve disfrazada y con
nuevos nombres,
pero siempre la misma, posesiva, arbitraria,
exigiéndonos lo que Dios jamás prohibió.
Una luz llega a nosotros,
pero esa luz es la vida sin pecados, sin
remordimientos ni
castigos.
castigos.
No es el libertinaje pero es la paz,
el abrazo de un amigo,
los besos de un hijo.
el abrazo de un amigo,
los besos de un hijo.
La belleza del agua y la mirada de ojos
inocentes.
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